Quince meses después de que la pandemia de coronavirus transformó a Las Vegas de un espectáculo extravagante a un pueblo fantasma, la Ciudad del Pecado está de regreso.
Los turistas llegan a raudales de nuevo, los ingresos por apuestas han alcanzado un máximo histórico, la famosa franja The Strip de Las Vegas estrena un casino por primera vez en una década y los conciertos masivos empiezan a realizarse en un estadio nuevo y reluciente. Los paneles de acrílico instalados para dividir a los apostadores en las mesas de póker y blackjack han sido retirados en su mayoría, los buffets de fama mundial están reabriendo y las pistas de baile en los centros nocturnos lucen abarrotadas.
La vicepresidenta Kamala Harris visitó la ciudad el sábado en lo que la Casa Blanca llama la gira para “Unir a Estados Unidos de nuevo”, la cual celebra el progreso contra el virus.