Al menos 110 personas murieron en las devastadoras inundaciones que azotan partes del oeste de Alemania y Bélgica, dijeron las autoridades el viernes, mientras continúa la búsqueda de los cientos de desaparecidos.
El presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, dijo que estaba “aturdido” por la devastación causada por las inundaciones y se comprometió a ayudar a las familias de los fallecidos y a las ciudades y localidades que sufrieron daños graves.
“En un momento de necesidad, nuestro país está unido”, señaló Steinmeier en un comunicado el viernes. “Es importante que mostremos solidaridad con aquellos a quienes las inundaciones les han arrebatado todo”.
Las autoridades del estado alemán de Renania-Palatinado reportaron 60 decesos, incluyendo al menos nueve residentes de un centro para personas con discapacidad. En la vecina región de Renania del Norte-Westfalia, las estimaciones oficiales contemplaban 43 muertos, pero se advirtió que la cifra podría aumentar.