En la Ciudad de México, los residentes están trabajando para limpiar los “jardines flotantes” de la capital de Xochimilco, uno de los pocos canales restantes de la ciudad que se remontan a la época azteca.

El sitio del Patrimonio Mundial de la UNESCO todavía conserva gran parte de sus estilos prehispánicos, pero está bajo presión por una expansión urbana que amenaza el delicado ecosistema y las prácticas agrícolas de siglos de duración.

Plagados por agua contaminada, peces depredadores y la invasión constante de una de las ciudades más grandes del mundo, los lugareños se están uniendo para despejar los canales y hacer que esta área agrícola sea económicamente viable dentro de la megalópolis de México.