Creo que esta anticipación en la sucesión presidencial ha generado ya mucha movilización: en los medios convencionales, en las redes, en grupos, en personas, y ha sido la noticia de estos últimos días.

Desde mi punto de vista, la sucesión anticipada no es oportuna, desde mi punto de vista. Soy clásico y sigo las reglas de la ortodoxia política.

Creo que al Presidente hay que fortalecerlo; también, creo que nadie debe de distraerse de sus funciones y ocupaciones, ni nadie puede empezar a formar grupos de simpatizantes porque finalmente esto confronta, divide, polariza al interior de Morena.

Ya estamos viendo los primeros escarceos y no es correcto. De nuestra parte, actuaremos con prudencia, con mucha sensatez, con mucha serenidad y cautela.

Lo que nos interesa a todos los que hemos construido este movimiento de Morena, es contribuir al cambio de régimen y profundizar el proceso democrático y la transformación de las instituciones que ha iniciado el Presidente de la República y que se está frente al proceso de consolidación, pero requerirán más años para lograrlo.

Por eso, me parece pertinente que esperemos los tiempos. De nuestra parte, asumiremos con prudencia el momento político, pero nos dedicaremos profundamente a trabajar en los procesos legislativos del país.