El presidente Joe Biden está descartando las críticas a la caótica retirada de Afganistán de su administración porque él y sus asistentes creen que las consecuencias políticas en casa serán limitadas, según los aliados de la Casa Blanca y funcionarios de la administración.
Biden y sus principales ayudantes argumentan que están gestionando la misión de anevacuación tan bien como se podría esperar dada la toma del poder del país más rápida de lo previsto por los talibanes, y están tratando de llamar la atención sobre la elección de sacar a las tropas estadounidenses del país.
La estrategia se basa en encuestas internas y públicas que muestran que la retirada de Afganistán había sido, con mucho, la decisión más popular que Biden ha tomado, a pesar de que el tema no era central para la mayoría de los votantes.