La producción industrial de Japón se redujo en julio cuando la producción de automóviles recibió un golpe de un resurgimiento del coronavirus en Asia que ha arrojado dudas sobre la recuperación de la tercera economía más grande del mundo.

Un aumento en los casos altamente contagiosos de la variante Delta ha obligado a los gobiernos de Asia a imponer nuevos bloqueos y restricciones, que están causando interrupciones en el suministro de piezas en toda la región, lo que se suma a una escasez global de chips.

“Hay un riesgo de que la producción se estancará de cara al final del año”, dijo Takeshi Minami, economista jefe del Instituto de Investigación Norinchukin.

“Es probable que la producción de automóviles sea un lastre para la producción en agosto y septiembre”.