La actividad económica global continuó recuperándose, aunque a un ritmo menor y con heterogeneidad entre países por la disponibilidad de vacunas, la evolución de la pandemia y los estímulos al gasto. La inflación global siguió aumentando por presiones en los precios de materias primas, efectos de base de comparación, cuellos de botella en la producción, así como por los apoyos al gasto y su recomposición hacia mercancías. En las principales economías avanzadas los bancos centrales han mantenido el estímulo monetario, si bien algunos ya prevén su disminución, mientras que en diversas economías emergentes continúan reduciéndolo. Entre los riesgos globales destacan los asociados a la pandemia, las presiones inflacionarias y los ajustes a las condiciones monetarias y financieras.

Los bancos en Europa necesitan una regulación más dinámica que les permita mejorar su rentabilidad y ponerse al día con sus pares en los Estados Unidos, dijo el jueves la jefa de la Federación Bancaria Europea (EBF), Ana Botin.

Los futuros del índice bursátil de Estados Unidos aumentaron el jueves, lo que indica un final ligeramente positivo de un mes difícil para Wall Street, con el enfoque hacia los datos económicos y las negociaciones de financiación del gobierno.

La economía de Gran Bretaña creció más de lo que se pensaba anteriormente en el período de abril-junio antes de que lo que parece una fuerte desaceleración más recientemente a medida que aumentaban los cuellos de botella posteriores al bloqueo, incluida la escasez de conductores de camiones.