A rendir cuentas sobre el informe

Tal vez pocos están enterados de que el Senado analiza, desde la perspectiva política, jurídica, económica y social, la glosa del Informe que cada año rinde el Presidente en turno.  

Pasa por el colador sea cual sea el color del partido. Además, llaman a rendir cuentas a los secretarios responsables de las políticas interior, exterior y social, al de economía, de seguridad, de salud. Anden todos… 

Los órganos de gobierno se pusieron de acuerdo y concluyeron que estos encuentros se llevaran a cabo las dos primeras semanas de septiembre, el mes patrio.

A pesar del escaso interés que nos provoca este ejercicio, innovador, sin duda, el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, Ricardo Monreal, dio a conocer través de sus redes sociales una modificación al formato acostumbrado de este análisis: para “un debate consistente”, dijo, el día en que los secretarios se presenten ante el Pleno se revisará primero la glosa del Informe a las 9 de la mañana y, posteriormente, a la una de la tarde “escucharemos” a los servidores públicos. 

Cumplen así los senadores con una obligación constitucional, pero le dan un giro más fresco. 

Es así como el primero que explicará y rendirá cuentas será el secretario de los dineros, el de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O. Le siguen Javier May, de Bienestar; Marcelo Ebrard, de Relaciones Exteriores. Ay, Rosa Icela Rodríguez, de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, tema del que tanto hablamos y más nos importa. Y no menos importante, Adán Augusto López, responsable de Gobernación, será casi el último. Los senadores tienen contemplados también a los secretarios de Comunicaciones y Transportes y Salud. 

Ojalá que este seguimiento cambie en buena medida el impacto de este ejercicio tanto para nosotros los ciudadanos como para quienes tienen la responsabilidad de llamar a cuentas y prácticamente obligar a que se enmiende el camino, si es que es necesario. 

Y escribo el “ojalá” porque desafortunadamente los mexicanos tenemos poca confianza tanto en legisladores como en servidores públicos. Esa ha sido nuestra dolencia desde muchos sexenios atrás.

Por eso, pienso, el senador Monreal quiere acabar con esta percepción y acercarse más a la opinión y necesidades de la sociedad civil. 

Y como ando en homeoffice y tengo tiempos muertos, le sigo pensando: ¿qué pasaría si los legisladores replicaran y plantearan alternativas para que los responsables apliquen y cumplan nuevos programas de gobierno que funcionen, todo a partir de escuchar lo que tengan que decir en este análisis de la glosa? ¿Qué si los legisladores de ambas cámaras presentaran un nuevo pacto federal? Para mi, sabríamos que los legisladores sirven también para contener y  perfeccionar el poder del gobierno, tanto federal como estatal. Nos taparían la boca a quienes no creemos que el país vaya por buen rumbo.

En este sentido, reconozco en el trabajo constante del legislador morenista como uno que ha dado frutos recientes: en la primera sesión ordinaria de esta LXV Legislatura fue muy provechoso, gracias al diálogo, la tolerancia y la comprensión de las diversas posturas partidarias, casi por unanimidad se aprobaron tres leyes, y recodó cuáles fueron: la primera, muy importante dijo, la que prohíbe los experimentos con animales para cosmetología; la Ley de la Armada, con una gran mayoría, y casi por unanimidad la de Revocación de Mandato.

Aplaudo que se deje atrás el encono, que se privilegie el diálogo, el consenso. Y también lo haré ahora que vea los resultados de estos análisis y encontronazos que, de nuevo, espero sea provechosos para todos. 

Por esto y más, creo que Monreal sería quien pudiera romper con los esquemas inútiles que hemos venido arrastrando.

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