Banxico reforzará su postura monetaria para lograr convergencia de la inflación a su objetivo y subirá esta semana su tasa de fondeo: Gordillo – Análisis

Este próximo jueves 30 de septiembre, Banco de México anuncia su decisión sobre la tasa de interés de fondeo. Nuestra expectativa es que la autoridad mexicana considerará necesario seguir reforzando la postura monetaria para lograr la convergencia de la inflación a su objetivo, por lo que volverá a subir su tasa de fondeo en 25 puntos base para dejarla en 4.75%.

La decisión se justificaría por los actuales niveles de inflación en México. Después de la moderación observada en agosto, los precios al consumidor aumentaron más de lo esperado en la primera quincena de septiembre, en parte porque se desvanecieron los efectos de un precio máximo al gas LP. La tasa anual repuntó a 5.87%, mientras la variación anual del rubro subyacente alcanzó su nivel más alto en casi cuatro años. Con ello, es muy probable que la inflación cierre el año por encima del 6.0%.

El debate sobre si el creciente aumento de los precios se trata de un fenómeno transitorio o duradero sigue agudizándose, no solo entre inversionistas y analistas económicos, sino también al interior de la Junta de Gobierno de Banxico. El pensamiento sobre este tema es de gran relevancia por sus implicaciones en el desempeño económico, así como en la definición de los futuros pasos de la política monetaria. Es muy probable que de nueva cuenta la decisión de una subida de la tasa de interés sea de forma dividida (con una votación final de la Junta de 3-2).

Bajo un escenario de presiones inflacionarias transitorias, la política monetaria tiene poco espacio para ayudar a bajarla, ya que sus efectos son en mayor medida de mediano y largo plazo, tiempo en el que seguramente los precios ya pudieron haber convergido. Sin embargo, cuando se torna duradera, una tolerancia monetaria actual puede tener altos costos de credibilidad en el banco central, lo cual requeriría decisiones futuras más drásticas que las deseadas (incrementos más fuertes en términos de magnitud).

Si bien hay razones para pensar que el actual brote inflacionario refleja factores transitorios, no puede asegurarse que éstos se desvanezcan o que su desvanecimiento pueda demorar más de lo anticipado. Es por ello que Banxico ha actuado con alzas continuas en su tasa de fondeo. Lo que más le interesa es evitar que los actuales niveles de precios puedan contaminar las expectativas de mediano y largo plazo en la inflación.

Sobre este último punto, las decisiones recientes del Banxico de subir su tasa de fondeo no implican una política monetaria restrictiva, sino una disminución en su carácter expansivo. Además, el impacto que podría tener las recientes alzas de tasas en el ritmo de recuperación económica de México es muy limitado. Difícilmente se puede convertir en un freno adicional para el consumo y la inversión.

Hacia adelante, seguimos estimando que además de esta subida de septiembre, Banxico volverá a aumentar su tasa en los dos encuentros restantes del 2021 (11 de noviembre y 16 de diciembre), para cerrar el año en 5.25%. En la primera mitad del 2022, Banxico podría hacer una pausa y dejarla sin cambios, ya que la tasa anual de inflación irá bajando de forma acelerada hacia el rango superior de la meta del Banco de México (4.0%), para luego reanudar las alzas a partir de la segunda parte del año conforme crezca la especulación de que la FED en EUA comience a subir su tasa de referencia.

Impacto en el peso mexicano.

El mercado cambiario mexicano descuenta una subida de tasa de interés por parte de Banxico en esta reunión del jueves por 25 puntos base. De cumplirse este escenario, la reacción de la moneda mexicana sería escasa, pero ligeramente positiva, por alrededor de 7 centavos.

La volatilidad se puede intensificar en caso de que el banco central mexicano sorprenda. La sorpresa sería más cargada a pensar que la autoridad subiera en 50 puntos base la tasa de fondeo. Una decisión así, podría generar una ganancia mayor en la moneda mexicana, por hasta 20 centavos, aunque de forma temporal.

Hay una tercera posibilidad, pero es poco probable, y consiste en que Banxico mantuviera sin cambios su tasa de referencia. En este caso hipotético, la moneda podría presionarse transitoriamente por 20 centavos.

Los impactos de la decisión de Banxico se consideran temporales, porque la tendencia del comportamiento del peso mexicano la sigue definiendo en gran medida la especulación sobre los futuros pasos de la FED.

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