La gimnasta olímpica McKayla Maroney dijo el miércoles a los legisladores estadounidenses que se siente traicionada por agentes del FBI, después de que no investigaran al ex médico de gimnasia de Estados Unidos, Larry Nassar, a pesar de que ella les dijo que la había abusa

Maroney es uno de los cuatro atletas, junto con Simone Biles, Aly Raisman y Maggie Nichols, que testificaron ante el Comité Judicial del Senado mientras investiga el mal manejo de la investigación por parte del FBI.

Maroney recordó cómo en 2015 pasó tres horas por teléfono contando al FBI los detalles de su historia que su propia madre ni siquiera había escuchado, incluidos los relatos de abuso sexual que sufrió durante los Juegos Olímpicos de Londres por Nassar, a quien describió como “más un pedófilo” que él era médico.

Sin embargo, no fue hasta julio de este año que dijo que el inspector general del Departamento de Justicia reveló en un informe mordaz lo que el FBI realmente hizo con la información que proporcionó: no documentarla durante un año y medio, y tergiversar lo que les dijo sobre sus experiencias.