Inteligencia ambiental en el entorno laboral aumenta productividad en colaboradores

La acelerada transformación digital incentivó a las organizaciones a asegurar la continuidad de sus operaciones, mediante la incorporación de tecnologías de la información (TIC). Asimismo, implementaron el Internet de las Cosas (IoT) en sus modelos de negocio, ya que juega un papel preponderante en la conectividad y el buen funcionamiento de las infraestructuras críticas. Dicho fenómeno dio paso a la implementación de nuevos esquemas de trabajos remotos y a los ambientes inteligentes, quienes promueven la productividad y optimización de recursos, de acuerdo con expertos.

Actualmente, muchas empresas han instaurado un modelo de trabajo híbrido, donde los colaboradores pueden desempeñar actividades en las instalaciones laborales y en su hogar. Esto repercutió como un práctica para disminuir el impacto medioambiental de las organizaciones y ha logrado alcanzar mejoras considerables en los ambientes de trabajo.

En ese sentido, la puesta en práctica de la inteligencia ambiental es un concepto que promueve el desarrollo del talento humano, mientras se optimiza la utilización de los recursos materiales y energéticos de las organizaciones. La implementación de un ambiente laboral inteligente en la nueva normalidad, independientemente de si se labore en las instalaciones o se mantenga un esquema de trabajo remoto, se ha convertido en una necesidad.

“La inteligencia ambiental hace referencia a la conformación de un entorno digital sensible y adaptable, tanto a las necesidades de una organización, como de las personas que le dan vida”, señaló Alejandro Sánchez, director general de CyberPower Systems México para NotiPress, quien además agregó que esto se hace con el objetivo de optimizar la productividad de los procesos. De la misma manera, se mejora la experiencia de trabajo al contar con sistemas y servicios inteligentes e interconectados.

Igualmente, Sánchez declaró que la importancia de la generación de estos espacios inteligentes radica en el mejoramiento de la productividad de los colaboradores, así como en la optimización de recursos energéticos. Esto debido a que un estudio realizado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reveló, los edificios comerciales emiten el 39 por ciento de gases de efecto invernadero.

“Disminuimos costos operativos y reducimos la huella de carbono por medio de la inteligencia ambiental y estas mejoras son inherentes de la implementación de avances tecnológicos. Con estos podemos gestionar el consumo de energía remota, a la par que hacemos uso del plan de continuidad de operaciones y protegemos equipos de infraestructura crítica”, puntualizó Sánchez.

Respecto a un plan de respaldo de energía, el director general detalló que los edificios inteligentes integran diferentes sistemas bajo una gestión domótica, seguridad, control de accesos, multimedia, telecomunicaciones, entre otros. Por lo tanto, estas estructuras facilitan una mayor eficiencia energética, aumento de la seguridad, mejor conectividad, así como el confort de los usuarios.

Todo ello ha derivado en importantes avances tecnológicos, mismos que aumentan el valor añadido con respecto a las construcciones tradicionales. La inteligencia ambiental incentiva al desarrollo de un plan de protección que brinde un respaldo a los sistemas conectados a la red eléctrica; blindando a los negocios e infraestructuras dependientes de los recursos energéticos.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.