Semana en la cual los mercados financieros digieren el débil reporte de empleo en EUA y a la espera de la reunión del BCE: Gordillo – Análisis

Los bancos centrales se enfrentan a un dilema sobre sus próximos pasos en medio de un escenario entre repuntes inflacionarios, la fortaleza de los activos financieros, la variante Delta del coronavirus y señales de una posible ralentización de la recuperación en las principales economías.

En EUA, de la lectura del último informe oficial de empleo correspondiente al mes de agosto se desprende que, aunque la recuperación de la economía es sólida, la reactivación del mercado laboral está aún lejos de completarse. Estos datos del mercado laboral también han suscitado la preocupación de que la propagación de la variante Delta del Covid-19 esté afectando al crecimiento económico. La Reserva Federal ha condicionado la recuperación del empleo a la reducción de sus compras mensuales de bonos durante la pandemia (tapering). Así, para gran parte de los operadores el aumento de empleo más débil de lo pronosticado reduce la posibilidad de que la FED anuncie las directrices sobre el tapering en su reunión de septiembre. Esto provoca que un avance generalizado de los activos de mayor riesgo, incluido el peso mexicano, lo que contribuye a que observemos niveles cercanos a $19.85 spot.

En CIBanco consideramos que hay todavía elementos para pensar que un anuncio de esta naturaleza si podría darse en ese encuentro del 22 de este mes.

De no establecerse la calendarización del tapering en este noveno mes del año, todas las apuestas recaerán hacia un anuncio oficial en noviembre, con un posible inicio de la reducción de la compra de bonos en diciembre o principios de 2022, para completar el tapering en un plazo de aproximadamente ocho meses desde su inicio (reducciones graduales por 15 mil millones de dólares hasta completar los 120 mmd).

Con este dilema de cuándo iniciar reducciones a sus programas de compras de bonos, también se encuentra el Banco Central Europeo.

Esta semana se reúne el próximo jueves 9 de septiembre. La autoridad europea actualizará sus previsiones económicas de crecimiento (previsiblemente al alza tras unos datos mejor de lo esperado en los últimos meses por una progresiva reapertura de las economías) e inflación (que podría también revisarse al alza en el corto plazo, pero con especial atención a su estimación de 2023 para confirmar que mantiene la idea de que no existen presiones inflacionistas a mediano plazo.

La expectativa es que mantenga su política monetaria sin cambios, tanto para las tasas de interés de referencia, como sus programas de compras de bonos. Sin embargo, lo que hace semanas parecía un encuentro sin apenas trascendencia, en los últimos días ha generado algo de expectación. Los operadores estarán muy atentos a cualquier decisión de la autoridad monetaria o mensaje de Christine Lagarde sobre el ritmo al que se mantendrá el programa de compras de deuda de emergencia por a la pandemia (PEPP, por sus siglas en inglés). El debate sobre si sería necesario echar el freno está sobre la mesa, después de que el ala dura de la entidad monetaria, encabezada por el gobernador del Banco de Austria, Robert Holzmann, quien la semana pasada lanzó la advertencia de que es el momento de comenzar a reducir los programas especiales por la pandemia. Un final que no obstante ya sabemos que está cercano (marzo 2022).

El BCE revisa cada trimestre el PEPP, pero en esta ocasión irrumpirá en el debate el elevado dato de inflación de la Eurozona del mes de agosto, que ha alcanzado máximos de una década con una tasa anual del 3%.

La gran pregunta en los mercados financieros sigue siendo si el tapering implicará una sacudida en los precios de los activos financieros por fuertes reacomodos de portafolios.

Nuestra opinión es que no. La situación de fondo no cambia, los estímulos monetarios seguirán siendo muy altos. El inicio del tapering no implica que esté cercana la subida de tasas de interés, ni disminución de liquidez en los mercados financieros (sólo se dejará de inyectar más liquidez), eventos que verdaderamente modificaría el terreno de las inversiones. Lo que sí es de esperarse es cierto viraje de posturas de inversiones hacia más defensivas. En ese sentido, una vez que se confirme el inicio de reducción de apoyos monetarios, es de esperarse caídas moderadas en los activos de mayor riesgo. En el caso del peso mexicano, lo suficiente para presionarlo por encima de $20.30 spot.

Inflación en México

Este 09 de septiembre se publica el dato de precios en México. La inflación al consumidor muy probablemente se moderó en agosto. En términos mensuales se ubicaría alrededor de 0.17%, con lo que la tasa anual bajaría de 5.81% a 5.59%. El establecimiento de un precio máximo para el gas LP sería el principal factor que explique esta moderación. Sin embargo, el rubro subyacente, que excluye bienes volátiles como energéticos y alimentos, seguirá subiendo en términos anuales. La expectativa es que pase del 4.66% en julio a 4.77% en agosto. Ello, provocará que veamos a la inflación todavía subir en términos anuales hacia el 6.0% otra vez en los últimos meses del año (antes de bajar el próximo año).

Dado estos niveles de inflación, seguimos pensando que Banco de México subirá de nueva cuenta su tasa de fondeo en 25 puntos base durante su reunión del 30 de septiembre, para dejarla en 4.75%. Para cierre de 2021 mantenemos nuestra estimación de una tasa en 5.25%.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.