La unidad estadounidense de Volkswagen llegó a un acuerdo de 42 millones de dólares que cubre 1.35 millones de vehículos que estaban equipados con infladores de bolsas de aire Takata potencialmente peligrosos, según documentos presentados en el Tribunal de Distrito en Miami.
El acuerdo es el último de los principales fabricantes de automóviles y gran parte de la financiación se destina a impulsar las tasas de finalización del retiro. Hasta la fecha, otros siete grandes fabricantes de automóviles han acordado acuerdos por un valor aproximado de 1,500 millones de dólares que cubren decenas de millones de vehículos.
El defecto, que lleva en raras ocasiones a que los infladores de bolsas de aire se rompan y envíen fragmentos de metal peligrosos volando, provocó el mayor retiro automotriz de la historia.