Acusan corrupción y desaseo de juez en caso de asesinato en Tijuana

Familiares del occiso empresario Jonathan Palma, denunciaron corrupción y desaseo del Juez José Guadalupe Sigala Andrade, mismo que desestimó las pruebas que acreditaban que Palma había sido estrangulado por sus agresores, entre ellos Raúl Palma Cervantes, quien se declaró culpable, mientras que a Gisela Aideé Cervantes y Edith Márquez, copartícipes en el crimen las dejó en libertad. 

Tras el asesinato del empresario Jonathan Palma, el pasado 12 de septiembre, el Juez José Guadalupe Sigala Andrade descartó las pruebas, pese a las evidencias científicas (necropsia, dictámenes, entre otras), que indicaban que Jonathan Palma sufrió un homicidio por estrangulamiento, sin embargo, el juez decidió tomar como única verdad las declaraciones de los implicados, mismas que están llenas de contradicciones.

El homicidio ocurrió en un domicilio del fraccionamiento Lomas de Agua Caliente en Tijuana, Baja California, el pasado domingo 12 de septiembre, cuando una noche de convivencia y excesos entre Jonathan Antonio Palma Acosta; su novia Gisela Aideé Cervantes Castro; el hermano de ésta, Raúl Omar Cervantes; y Edith Márquez, concuña del primero; terminó con el asesinato del empresario, quien fue golpeado y estrangulado con una cadena de perro.  Según la primera versión que dieron los acusados, Palma se suicidó y ellos intentaron salvarlo pero no pudieron.

Posteriormente modificaron su versión y aseguraron que Raúl lo asesinó luego de que Jonathan Palma intentara abusar sexualmente de Edith, acto que fue descubierto por Gisela Aidée, quien finalmente informó a Raúl.

Familiares del empresario y también abogado fiscalista apuntan que el crimen fue más una venganza orquestada por la novia de Jonathan, pues señalan que la relación estaba plagada de celos y control por parte de ella ante la vida de negocios que llevaba su novio.

Además, esta acusación también se complementaría con las evidencias halladas, pues no hubo pruebas de líquido seminal en las ropas de Jonathan ni en las de Edith para hablar de un intento de abuso sexual; además, cuando Guillermo Canet, uno de los vecinos, fue a la casa para verificar los hechos tras una llamada que alertó a familiares de Jonathan, éste vio a Gisela con la ropa llena de sangre, y a Jonathan en la recámara con una cadena enrrollada en el cuerpo.

La necropsia también es contundente, pues indica que la causa de la muerte es traumatismo craneoencefálico con maniobras de estrangulamiento.

“El cuerpo de mi hermano tenía golpes con puños; su espalda estaba saturada de hematomas, la cabeza destrozada, igual que sus genitales. Su cara se veía despedazada y en todo su cuerpo eran visibles los golpes propinados con la cadena que servía para sujetar al perro de la casa”, dijo su hermano Marco Antonio Palma al periodista Ricardo Ravelo.

Por parte de los acusados, ellos no presentaban golpes o lesiones más que marcas en las manos, producto de la fuerza aplicada a la correa para cometer el crimen.

También la televisión que se encontraba en la casa quedó apostillada, por lo que se presume también la usaron para golpear a Palma Acosta. En una primera audiencia llevada a cabo el 14 de septiembre, el juez calificó de legal la detención de las tres personas por el delito de homicidio doloso con premeditación, alevosía y traición, pero concedió 144 horas para presentar pruebas a solicitud de la defensa.

El cambio del juez sorprendió en la segunda audiencia, realizada cinco días después, cuando dio visto bueno a testimonios de los acusados en donde velaban por su “buen comportamiento”, además, de avalar fotografías en donde los detenidos aparecen con ropas diferentes a las que usaron el día del asesinato de Jonathan; más una misteriosa llamada que el juez recibió.

En la audiencia, Raúl Omar reconoció que él mató a Jonathan por el supuesto abuso sexual y reiteró que Gisela y Edtih no participaron más que para separarlos, lo que no lograron, obtuviendo así que el juez las liberara.  Con respecto a Raúl Cervantes, pese a la confesión, el juez la desestimó y también modificó el delito a homicidio doloso simple, ello luego de que el defensor de la ley también fuera sospechosamente al baño por 40 minutos.

Aunque la Fiscalía General del Estado ha dado a conocer que apelará la decisión del juez porque los argumentos de los señalados son contradictorios, familiares de Jonathan Palma temen que el caso quede en completa impunidad.

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