Los rendimientos de los bonos de la zona del euro a corto plazo aumentaron y las expectativas de inflación a largo plazo alcanzaron un nuevo máximo de siete años el jueves, presionando a los funcionarios del Banco Central Europeo para que abordaran el problema del aumento de la inflación cuando se reúnan más tarde ese mismo día.
Al mismo tiempo, la brecha entre los rendimientos de los bonos a 10 y 30 años de Alemania se redujo a su nivel más estrecho desde marzo de 2020, apuntando a las preocupaciones de “estaflación” entre los inversores en bonos.
El BCE está casi seguro de mantener la política sin cambios cuando se reúna el jueves y rechazará las crecientes expectativas de un aumento de las tasas de interés el próximo año, a pesar de que puede admitir que la inflación será superior a la proyectada.