El presidente ecuatoriano Guillermo Lasso declaró el lunes el estado de emergencia en el país andino como parte de una ofensiva contra el consumo y el tráfico de drogas.
Lasso, un conservador que asumió el cargo en mayo, dijo que la medida fue una respuesta al aumento de las cifras de homicidios en todo el país y otros delitos relacionados con las incautaciones de estupefacientes, que ascienden a 147 toneladas en lo que va del año.
“En las calles de Ecuador solo hay un enemigo: el narcotráfico”, dijo Lasso en un programa de televisión. “Cuando crece el tráfico de drogas, también lo hacen los asesinatos y homicidios, robos de hogares, vehículos, bienes y personas”.
“Nuestras fuerzas militares y policiales se sentirán fuertemente en las calles”, dijo.