Es probable que la inflación de la zona del euro retroceda por debajo del 2% a finales del próximo año, pero el Banco Central Europeo debería prepararse para un escenario menos benigno, evitando compromisos políticos largos a medida que dominen los riesgos alcistas, dijo el martes el político holandés Klaas Knot.
La inflación aumentó por encima del 4% el mes pasado, más del doble del objetivo del BCE del 2%. Pero el banco ha rechazado los llamamientos para una política más estricta, argumentando que las fuerzas transitorias están detrás del aumento y que la inflación caerá por debajo de su objetivo en los próximos años.
Knot, un miembro conservador del Consejo de Gobierno de fijación de tarifas, también defendió presiones de precios “en gran medida transitorias”, pero advirtió que algunos de los factores temporales en juego pueden ser más duraderos de lo que se pensaba.