El gobierno de Argentina dijo el viernes que el déficit fiscal para el año sería de alrededor del 3,5%, por debajo de un objetivo previamente modificado del 4%, un impulso para el país productor de granos mientras busca equilibrar el gasto con la necesidad de reducir sus deudas.

Argentina está en conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para refinanciar unos 45 000 millones de dólares en pagos que no puede hacer y está preparando un plan económico plurianual que será clave para sellar un acuerdo.

El FMI querrá ver planes para reducir aún más el déficit fiscal, aunque el gobierno argentino ha sido claro que quiere evitar apretar el cinturón y, en su lugar, mejorar los impuestos y encontrar financiación de los prestamistas multilaterales.

En un comunicado, el Ministerio de Economía dijo que estaba modificando su presupuesto para el año para tener en cuenta las decisiones políticas ya tomadas que afectaban al gasto primario, así como un “aumento en la recaudación de impuestos”.