Tesla Inc somete a las trabajadoras a condiciones de “pesadilla” de acoso sexual desenfrenado en su fábrica principal, y los supervisores le dan la espalda cuando se presentan quejas, según una nueva demanda.

Jessica Barraza, de 38 años, dijo que ha soportado llamadas “casi a diario” y toques inapropiados en sus tres años en la fábrica de fabricantes de vehículos eléctricos en Fremont, California, donde trabaja en turnos nocturnos como asociada de producción.

La madre casada de dos hijos dijo que los trabajadores masculinos la proponían rutinariamente, le miraban fijamente los pechos, la describían como teniendo un “botín de cebolla” o un “botella de coque”, y se rozaban contra su cuerpo mientras fingían que era accidental.

Barraza, residente de Modesto, California, dijo que la gota que colmó el vaso llegó el 28 de septiembre, cuando un hombre se coló detrás de ella y le puso la pierna entre los muslos mientras ella registraba su hora de almuerzo.