Los precios al consumidor de los Estados Unidos aumentaron más de lo esperado en octubre a medida que aumentaba el costo de la gasolina y los alimentos, lo que llevó a la mayor ganancia anual desde 1990, otras señales de que la inflación podría permanecer incómodamente alta hasta bien entrado el próximo año en medio de cadenas de suministro globales gruñidas.

El índice de precios al consumidor aumentó un 0.9% el mes pasado después de ganar un 0.4% en septiembre, dijo el miércoles el Departamento de Trabajo. En los 12 meses hasta octubre, el IPC aceleró un 6.2%. Ese fue el mayor avance interanual desde noviembre de 1990 y siguió a un salto del 5.4% en septiembre.

Excluyendo los componentes volátiles de alimentos y energía, el IPC ganó un 0.6% después de subir un 0.2% en septiembre. El llamado IPC básico aumentó un 4,6% interanual, el mayor aumento desde agosto de 1991, después de estar estable en un 4.0% durante dos meses consecutivos. Los economistas encuestados habían pronosticado que el IPC general se disparara un 0.6% y que el IPC básico aumentara un 0.4%.