Por Edward Moya

Los mercados financieros han estado en una montaña rusa desde mediados de la semana pasada. Queríamos creer que nos estábamos acercando al final de COVID, pero las últimas inquietudes de la variante Ómicron indicaron que el inevitable aumento de COVID en invierno podría ya estar aquí. Ómicron es la última prueba de COVID para las perspectivas económicas y no tendremos una imagen clara hasta un par de semanas más. La agitación del viernes se veía mucho peor dada la falta de liquidez, la volatilidad de las opciones y los niveles generales espumosos de las acciones.

Las acciones estadounidenses se están recuperando a medida que crece el optimismo de que la variante Ómicron es un motivo de preocupación, pero no un ‘motivo de pánico’ y podría ser el catalizador necesario para vacunar a una mayor parte del país. Los inversores sabrán durante las próximas dos semanas si la variante Ómicron causa una enfermedad más grave que las otras variantes. Hasta ahora, las vacunas de MRNA  han demostrado ser efectivas contra otras variantes como delta y el optimismo es que incluso ellas eventualmente necesitarán ajustes que podrían hacerse en unos pocos meses.  

El apetito por el riesgo recibió un impulso tanto del CEO de Pfizer como del presidente Biden para calmar los nervios de los mercados de que no volveremos a los días más oscuros de la pandemia. El director ejecutivo de Pfizer, Bourla, dijo que cree que los datos finalmente mostrarán que la vacuna actual protegerá menos contra Ómicron, pero probablemente aún ofrecerá algo de protección. El presidente Biden dijo que Estados Unidos no necesitará cierres para frenar la variante Ómicron.

Datos de EE. UU.

Las ventas de viviendas pendientes aumentaron inesperadamente en octubre debido a que los alquileres se dispararon y los compradores estaban muy motivados, ya que los costos de los préstamos parecen estar a punto de aumentar de manera constante a medida que la Fed se posiciona para subir las tasas. Las ventas de viviendas pendientes en EE. UU. aumentaron un 7.5% respecto al mes anterior, que fue un máximo de 10 meses.

La Encuesta de Manufactura de la Fed de Dallas se ubicó ligeramente por debajo de las expectativas, pero aún mostró que la actividad de manufactura es saludable y las perspectivas han mejorado dramáticamente. El índice de actividad general llegó a 11.8, una pérdida de la estimación de consenso de 17.0 y una caída desde la lectura de 14.6 en octubre. La perspectiva a seis meses casi se duplicó a 28.6, mientras que el índice de precios de las materias primas alcanzó un máximo de la serie. 

Petróleo

Los precios del petróleo se recuperaron por dos razones clave: la variante Ómicron parecía que probablemente sería disruptiva a corto plazo para las perspectivas de la demanda de crudo y las crecientes expectativas de que la OPEP + se abstendrá de aumentar la producción en 400.000 bpd.

El Presidente del Comité Asesor Ministerial sobre Vacunas de Sudáfrica señaló que hasta el momento todos los casos habían sido leves, de leves a moderados, lo que era una buena señal. Mientras Sudáfrica no experimente un aumento masivo de las hospitalizaciones, aumentará el optimismo de que esta nueva variante no conducirá a un cierre de fronteras airado. Los países altamente vacunados continuarán prosperando y aumentará la presión política para que los países con bajas tasas de vacunación reciban más suministros.  

La OPEP + impulsó sus reuniones para evaluar mejor el impacto de la variante Ómicron, que probablemente será seguida por un retraso en la entrega de 400.000 barriles adicionales por día en enero. Tras las liberaciones de reservas estratégicas globales y el anuncio de docenas de países que restringen los viajes hacia y desde Sudáfrica y las naciones vecinas, la OPEP y sus aliados pueden justificar fácilmente una interrupción de la producción o incluso un ligero recorte en la producción.

Los precios del crudo recuperaron parte de sus ganancias después de que un asesor del Departamento de Estado de EE. UU. recordará a los operadores que EE. UU. podría liberar más petróleo.  

Oro

Los precios del oro se mantuvieron altos cuando el pánico de Ómicron disminuyó, el repunte del dólar regresó y después de otra ronda de datos económicos sólidos en Estados Unidos. Wall Street se está sacudiendo rápidamente el tema de reducción de riesgos de la semana pasada que provocó la demanda de lingotes de refugio seguro. El presidente Biden dijo que los bloqueos económicos en respuesta a la variante Ómicron están fuera de la mesa, lo que significa que el oro podría estar en problemas si esta última variante genera principalmente problemas de cadena de suministro más largos que podrían alimentar el argumento de que la inflación es persistente. Si los problemas de la cadena de suministro se deterioran aún más, eso podría conducir a una reducción más rápida y aumentos de tipos más rápidos por parte de la Fed.

Cryptos

Las criptomonedas se están recuperando después de que la venta de pánico generalizada de la variante Ómicron de la semana pasada superó muchas paradas. La venta masiva de criptomonedas fue una reacción exagerada y los compradores están resurgiendo rápidamente a medida que los comerciantes reevalúan el impacto de una nueva variante del coronavirus. Bitcoin es parte del amplio repunte de riesgo de hoy que surgió de aliviar los temores de COVID, pero probablemente tendrá dificultades para recuperar completamente su ritmo hasta que los resultados de eficacia de la vacuna en las próximas semanas confirmen que los países altamente vacunados están volviendo al modo de bloqueo.

Bitcoin subió un 3.5% a $58,284, lo que hace que la ganancia anual hasta la fecha sea del 101%. Ethereum ha vuelto a superar los $4400 y es casi un 500% más alto este año. Las dos principales criptomonedas parecen consolidarse aquí, pero si la Fed acelera sus planes