La producción industrial de Japón aumentó en octubre por primera vez en cuatro meses a medida que la reapertura de las fábricas asiáticas aliviaba las limitaciones de suministro para los fabricantes de automóviles, ofreciendo alguna esperanza para la economía que depende de las exportaciones mientras lucha por montar una recuperación sólida.

El aumento fue menor que las expectativas del mercado, lo que subrayó el impacto persistente de las interrupciones de la cadena de suministro mundial. Sin embargo, los analistas ven signos de una mejora de las perspectivas.

“Los débiles resultados entre los fabricantes de automóviles han puesto una tapa en la producción general de Japón durante los últimos tres meses, pero la situación se está relajando”, Takeshi Minami, economista jefe del Instituto de Investigación Norinchukin.