Variante ómicron supone nuevo riesgo para los mercados financieros globales: Gordillo – Análisis

Los mercados internacionales reanudan operaciones tras el desplome del viernes, con la incertidumbre sobre la variante ómicron como la principal referencia en la semana. A falta de un mes para despedir 2021, la aparición de una nueva variante del Covid-19 ha encendido las alertas.

Así, los activos financieros vuelven a estar marcadas por cuestiones sanitarias, como la eventual resistencia de la variante a las vacunas, su capacidad de transmisión o su virulencia. De momento, las certezas son escasas, más allá de que la variante detectada en Sudáfrica ha sido calificada como preocupante por parte de la OMS.

Las tres preguntas más importantes a las que necesitamos respuestas son: ¿es más contagiosa? ¿Es más letal? y ¿La variante es más capaz de evadir la inmunidad brindada por las vacunas y/o tratamientos? Responder estas preguntes es relevante para saber en qué escenario estamos y depende de ellos el impacto final que se tendría en los reacomodos de portafolio.

Como es una costumbre, los mercados financieros sobre reaccionan y se anticipan al peor escenario, uno en el que los países vuelven a establecer fuertes restricciones a la movilidad lo que lastraría la de por sí ya difícil recuperación económica, justo además en un momento en que los niveles actuales de inflación parecen orillar a los bancos centrales a acelerar sus reducciones de estímulos monetarios.

El gran riesgo sobre la mesa está el que la nueva cepa fuerce a los Gobiernos de los distintos países a recuperar restricciones a la actividad social y económica, más allá de las medidas preventivas ya adoptadas, con el consiguiente impacto económico. En este contexto, los inversionistas previenen un mal escenario, por lo que habrá que esperar nueva información de las autoridades sanitarias y/o dos semanas de plazo que dio la empresa alemana BioNTech, responsable de la creación de la vacuna comercializada junto con Pfizer, para tener los primeros datos sobre la reacción del sistema inmune de los vacunados ante el contagio con la nueva variante del virus. Ambas empresas también anticiparon que en 100 días puede desarrollar una vacuna adaptada, en caso de requerirse.

Por lo pronto, Europa, EUA y Japón se ha blindado al cancelar las conexiones aéreas con Sudáfrica y otros países de África del sur, en un momento en el que la incidencia del virus está provocando ya fuertes restricciones en varios países europeos, como Austria y Eslovaquia. Ómicron ya ha sido encontrada en Australia, Bélgica, Botsuana, Gran Bretaña, Canadá, Dinamarca, Francia, Alemania, Hong Kong, Israel, Italia y los Países Bajos.

A pesar de la incertidumbre y sobrerreacción de los mercados consideramos que lo más probable es que el impacto de esta variante sea limitado y similar a lo observado con la variante delta. Las escasas noticias que se han filtrado al respecto, señalan que los síntomas de ómicron son, hasta ahora, leves y pueden tratarse en casa, según ha declarado un médico sudafricano, uno de los primeros en sospechar de una variante nueva.

Además, las oleadas de la pandemia han durado hasta ahora normalmente de dos a tres meses. Con el tiempo, las mayores tasas de vacunación y el aumento de las tasas de inmunidad derivadas de la propagación entre los grupos de edad más jóvenes deberían aplanar la curva y, finalmente, detener la marea de infecciones de delta y ómicron. El 53% de la población mundial ha recibido al menos una dosis de vacunación y la cantidad de vacunas y tratamientos aprobados sigue aumentando. La tasa de mortalidad se ha reducido al 1.3% de los casos, un porcentaje inferior a los niveles previos a la vacunación en oleadas anteriores.

Asimismo, de ola a ola, el impacto en la economía real cada vez ha sido menor, esto es, los gobiernos y la población han aprendido de las anteriores y han logrado sortear de mejor manera el resurgimiento de casos de contagio. Difícilmente observaríamos confinamientos totales de las principales economías desarrolladas.

En momentos de alta volatilidad e incertidumbre, lo que se recomienda es calma. En lo que llevamos de pandemia se han identificado muchas variantes a las que la OMS ha dado el título de “variante de preocupación” que luego han prosperado poco o, incluso, desaparecido, por lo que no conviene adelantarse a sacar conclusiones. Antes de preocuparse significativamente y comenzar a reducir posiciones en los portafolios de inversión, es recomendable esperar a tener más información sobre la nueva variante y su evolución.

En momentos así se aconseja tratar de mantener la cabeza fría y no vender si somos inversionistas de largo plazo, e intentar aprovechar la volatilidad y buscar beneficio al alza o a la baja si son inversionistas de corto plazo y con tolerancia al riesgo.

Además, si se encontraban en una situación esperando una corrección para comprar a precios más atractivos, este también puede ser un buen momento para adquirir ciertos activos de interés a costos más bajos.

¿Continuará la presión fuerte sobre el peso mexicano? En el corto plazo si, pero esperamos mejora hacia el cierre del año.

La nueva variante de coronavirus toma en mal momento al peso mexicano. La moneda sufría las consecuencias de las apuestas en torno a un endurecimiento de la política monetaria por parte de la FED, la nueva ola de contagios de Covid-19 en Europa, la situación complicada de la lira turca y la incertidumbre en torno a quién será el nuevo gobernador del Banco de México. El peso cotiza en su peor momento del año, por momentos por arriba del psicológico de los $22.0 spot.

Ómicron le vino a agregar una fuerte dosis de volatilidad, por lo menos hasta que se tenga mayor información sobre el impacto en la salud de esta variante.

La nueva variante llega en momentos en que se aproximan eventos y citas económicas relevantes, con impacto en el peso mexicano: cifras económicas en EUA como el informe de empleo (3 de diciembre) y la inflación de noviembre (10 de diciembre); testimonio del presidente de la FED en el Congreso estadounidense (30 de noviembre); discusión sobre el techo de la deuda en EUA (1a quincena de diciembre); reunión de política monetaria de la FED (15 de diciembre); votación en el Senado de Victoria Rodríguez como propuesta para dirigir Banxico (probablemente esta semana) y; reunión de política monetaria de Banxico (16 de diciembre).

La moneda mexicana se encuentra en un fuerte canal de especulación. Dada esta situación, no se puede descartar que en los siguientes días se presenten otros episodios de presión que lo lleven de nueva cuenta a cotizaciones por arriba de $22.15 spot.

Sin embargo, si las noticias sobre ómicron que empiezan a surgir se cargan hacia una variante sin que represente un mayor riesgo a las ya existentes, con la FED reiterando su mensaje de que no tiene prisa por subir tasa de interés y una nominación en Banxico sin mayores sobresaltos, hay margen para que el tipo de cambio todavía cierre 2021 por debajo de los $21.0 spot.

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