¿Cómo gestionar el flujo de efectivo con eficacia?

Sin duda la misión de un responsable de tesorería en una empresa es fundamental para optimizar la liquidez y garantizar los fondos para los compromisos de pago. El desafío es aún mayor cuando adicionalmente la empresa realiza transacciones tanto en moneda nacional como en divisas. Nicolás Eguiarte  Director Cambiario de Banco BASE,  te da  algunas recomendaciones básicas para gestionar una tesorería eficazmente:

Planeación

La mejor forma es tener perfectamente identificados los ingresos y los egresos de efectivo, tanto los fijos como los variables, y así realizar de forma oportuna los aprovisionamientos y las coberturas en el tipo de cambio. Asimismo, se deben conocer los diferentes instrumentos financieros que es posible utilizar para lograr la optimización buscada. Un buen asesor externo, capaz de brindar atención a la medida, nunca está de más para complementar al talento interno.

Información de calidad, integral y al momento

Cuidar el flujo de caja es un aspecto dinámico que merece atención constante y consistente. No se trata de una simple rutina. Conforme las operaciones de la empresa se complejizan o el entorno se vuelve más volátil, contar con información confiable se vuelve crítico para establecer escenarios alternos.

Talento

Contar con personal capacitado y de confianza para la gestión del flujo de caja es otro factor crucial. La tesorería no sabe de vacaciones ni de emergencias.

La tecnología, un segundo aliado

Los sistemas de información son indispensables. Pueden y deben existir respaldos disponibles por si los sistemas fallan. La tecnología contribuye a optimizar el tiempo y una ejecución precisa. Por ello cada vez más es importante que los sistemas de la empresa se puedan comunicar en forma ágil, amable y segura con los sistemas de los proveedores de servicios financieros.

Administra tus fechas de cobro y pago

Tu empresa es una dualidad proveedor-comprador. Debes estar atento a los próximos cobros y gastos para optimizar tus pagos y mejorar tu liquidez. Merece especial atención estar preparado ante eventuales tiempos complicados para sortear los vaivenes financieros que pudieran presentarse en el futuro: siempre hay que medir los riesgos. Trata de conseguir las mejores condiciones de pago y cuida los plazos para liquidar tus facturas, para no quedarte sin liquidez pero tampoco incurrir en recargos o intereses moratorios.

Nunca está demás considerar una línea de crédito cuando el negocio marcha bien

Siempre existen situaciones imponderables. Sin embargo, no es necesario que surjan dificultades para negociar una línea de crédito con entidades financieras. Si ya cuentas con una o varias, si se produce una situación complicada estarás mejor preparado. Negociar créditos revolventes, líneas de crédito, factoraje o coberturas, entre otros instrumentos financieros dentro de períodos normales o de cierta calma te permite beneficiarte de varias ventajas (mejor tarifa, aumento del límite máximo) que pueden marcar claramente la diferencia en tu tesorería.

En conclusión, la gestión de la tesorería no se puede improvisar ni tiene fórmulas instantáneas. Se necesita rigor y cierta organización para que los esfuerzos den sus frutos. 

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