Se espera que la recesión de la propiedad de China continúe en la primera mitad de 2022, con la caída de los precios y las ventas de las viviendas a medida que las estrictas políticas crediticias y un inminente impuesto a la propiedad amortiguan la demanda, mostró una encuesta.
El sector inmobiliario, un motor clave del crecimiento en la segunda economía más grande del mundo, se ha desacelerado bruscamente en los últimos meses, con un sentimiento sacudido por regulaciones estrictas y una creciente crisis de liquidez que ha envuelto a algunos de los desarrolladores más grandes y endeudados del país.
Las previsiones de precios de las viviendas y la inversión inmobiliaria fueron más sombrías que las de la última encuesta de agosto.