Qué esperar para el tipo de cambio en lo que resta del año: Gordillo Análisis

El peso mexicano se mantiene con relativa fortaleza de cara al fin del año, a pesar de estar en un escenario de grandes retos. Desde su peor nivel en el año alcanzado el pasado 26 de noviembre cuando la cotización intra-día alcanzó los $22.16 spot, acumula una apreciación cercana a 1.50 pesos (6.6%), para ubicarse alrededor de $20.70.

En el ambiente de los mercados financieros globales existen varios frentes abiertos con capacidad de incrementar la aversión global al riesgo, pero por el momento el mercado cambiario mexicano parece obviarlos.

Los dos más relevantes están relacionados a la política monetaria de la FED y las preocupaciones propias de la pandemia por Covid-19 a raíz de la variante ómicron.

Los bancos centrales empiezan a retirar la batería de medidas puestas en marcha tras el estallido de las crisis, unas iniciativas de las que los mercados se muestran muy dependientes. En el caso de la FED, a pesar de un mensaje considerado más restrictivo, con un adelanto de planes para las alzas en la tasa de interés, los inversionistas prefirieron quedarse con el lado positivo, esto es, si el Banco Central sube las tasas es porque el crecimiento económico no corre peligro y se enfocaría en combatir la persistente inflación, una de las mayores preocupaciones de los operadores. Por el momento, ha gustando el equilibro que busca la FED de luchar contra la inflación y no descarrilar la recuperación económica.

Respecto a la pandemia, aunque crece el número de países aplicando nuevas acciones restrictivas, sobre todo en Europa, y todavía existen muchas dudas sobre la transmisibilidad y letalidad de la variante ómicron, los inversionistas consideran que lo peor del impacto económico de la pandemia ya ha pasado. La perspectiva es que la pandemia va a terminar bajo control gracias a las vacunas y a los tratamientos que se están desarrollando.

Adicionalmente, en los últimos días no se han presentado posibles efectos contagios negativos con la situación de la lira turca, la cual sigue cayendo a mínimos históricos después de las recientes decisiones de política monetaria del Banco Central de Turquía y declaraciones del presidente turco Erdogan, así como la coyuntura actual de los mercados financieros en Chile, donde el triunfo del candidato de izquierda ha provocado caídas iniciales en su moneda y bolsa de valores.

Por último, existen temas que también son generadores de volatilidad como el bloqueo a un paquete de Biden de apoyo social en EUA por 1.75 billones de dólares, así como la complicada situación geopolítica entre Rusia y Ucrania.

Dado lo anterior, la gran pregunta es saber sí este buen comportamiento de la moneda mexicana es sostenible para lo que resta del 2021. No hay una respuesta 100% segura a esta pregunta.

Nosotros esperamos que el tipo de cambio cierre el año en niveles cercanos al $21.0 por dólar spot, aunque la moneda por el momento luce cómoda en los niveles actuales de cotización (cerca de $20.70), y es factible pueda alcanzar en el muy corto plazo hasta el $20.60.

Sin embargo, hay que estar conscientes que los temas de incertidumbre mencionados antes pueden terminar impactando a la cotización de la moneda mexicana antes de que termine el año, al regresar la presión global en los activos financieros de mayor riesgo. Las primeras horas de este inicio de semana fue un ejemplo claro de lo endeble que se muestra el sentimiento del inversionista, ya que por momentos la cotización se acercó a $20.95.

En cuestión de instantes el ánimo puede cambiar, dado un escenario de múltiples riesgos. Además, existe un efecto estacional que le puede jugar en contra de la moneda mexicana, con una mayor demanda de dólares por cierre de posiciones hacia fin de año. Así en promedio estimamos que en estas dos últimas semanas, el tipo de cambio podría promediar el $20.90, con un rango de posible operación entre $20.60 – $21.20 spot.

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