Semana de inflación en EUA y México, que permitirá justificar próximos movimientos de los bancos centrales de ambos países: Gordillo – Análisis

En los últimos días 4 días el tipo de cambio se ha ido recuperando de los niveles que alcanzó por la amenaza que implicó el descubrimiento de una nueva cepa de contagios de Covid-19 en Sudáfrica (ómicron), que anticipaba ser aún más contagiosa que la variante delta. Inmediatamente del anuncio de la OMS sobre este variante los mercados entraron en pánico y se observó una apreciación generalizada del dólar frente a la mayoría de las monedas en el mundo. En específico, el peso mexicano se depreció más de 5.0%, superando el 22.0 por dólar spot. Nueva información de esta variante, sobre todo que parece ser menos letal, ha ayudado a tranquilizar a los mercados, y actualmente la moneda mexicana cotiza cerca de $21.25 spot (con un mínimo de $21.12).

Sin embargo, esta semana el tipo de cambio enfrentará otro riesgo que dificultará una mayor recuperación, ya que vuelve a estar en el centro de atención el tema de la inflación, tanto en EUA como en México. El jueves hay reporte de inflación en México (nov) y el viernes reporte de inflación en EUA (nov). El asunto de las presiones inflacionarias sigue dominando el ánimo de los operadores y el generador de apuestas sobre los futuros pasos de los bancos centrales.

EUA

Después de que el presidente de la FED, Jerome Powell, declarara la semana pasada en el congreso estadounidense que ya no considera que “transitoria” sea la palabra adecuada para describir el aumento de las presiones sobre los precios, la atención de los operadores se cargará hacia las cifras de inflación de noviembre para justificar esta aseveración, las cuales se darán a conocer este próximo viernes 10 de diciembre. La expectativa es que en términos anuales siga subiendo, a niveles cercanos al 7.0%, lo que regresaría las apuestas de un endurecimiento por parte de la FED.

Powell aseguró en una intervención ante el Senado de Estados Unidos que la palabra transitoria tiene diferentes significados para diferentes personas, así considera que es el momento de retirar esa palabra y tratar de explicar la situación de la inflación de forma más contundente.

Para Powell y la FED, el término “transitorio” refleja un factor que no es permanente, mientras que para gran parte de la opinión pública entiende “transitorio” como algo acotado en el tiempo.

Más allá de la discusión semántica, el presidente de la FED apuntó que la institución debatirá en sus próximas reuniones la aceleración del tapering, esto es aumentar el ritmo de la reducción gradual de las compras de bonos introducidas en 2020 para hacer frente al impacto de la pandemia en la economía de Estados Unidos. Para el banquero central, si la reunión se celebrara en estos días, él votaría por una reducción más fuerte.

La autoridad estadounidense comenzó a reducir sus estímulos en noviembre, a razón de 15 mil millones de dólares al mes. A este ritmo, implicaría que el tapering durara hasta mediados del próximo año. Ahora se especula que la disminución podría ser por 30 mmd a partir de la reunión de diciembre, con lo que el programa finalizara en marzo.

Powell fue muy enfático en que este programa de compra de activos ya cumplió con sus objetivos de apoyar al sistema financiero y la economía real, por lo que es tiempo para finiquitarlo. La próxima reunión de la Comité del Mercado Abierto de la Reserva Federal de EUA tendrá lugar los próximos 14 y 15 de diciembre. También reiteró su intención de que la conclusión del tapering no tendría implicaciones sobre los niveles de tasas de interés, en particular de cuándo subiría las tasas. El mercado sigue especulando y contemplando por lo menos dos alzas en la tasa de fondeo en 2022.

Así, el presidente de la FED busca alinear las expectativas del mercado con la autoridad monetaria y evitar así generar episodios fuertes de volatilidad financiera. Para cierto grupo de operadores sorprendió esta declaración de Powell, porque esperaban que la FED optara, como consecuencia de la aparición de ómicron, por retrasar su proceso de retirada de estímulos monetarios.

De confirmarse un dato de inflación cercano al 7.0%, sería prácticamente un hecho que la FED anuncie la aceleración del tapering este próximo 15 de diciembre. Los mercados financieros de alguna manera ya han descontado este escenario, pero consideramos todavía tendrá un impacto negativo para los de mayor riesgo. Para el caso del peso mexicano, le puede poner un piso a sus intentos de acercarse al psicológico de los $21.0, y abrir otra vez el espacio en el corto plazo de niveles superiores al $21.40.

En este sentido, conviene recordar que los planes de la FED pueden ajustarse conforme la información económica vaya surgiendo o el balance de riesgos sufra ajustes significativos.

Con ello, seguramente la FED estará atento a las implicaciones que pueda tener ómicron, tanto a la actividad económica (y su impacto en empleo), como a los precios.

La nueva variante de coronavirus podría tener por lo menos tres impactos de interés para la FED: ralentizar la recuperación económica; exacerbar la escasez de suministro de bienes si la propagación del virus orilla a que más países establezcan restricciones estrictas, aumentando los cuellos de botellas y presiones inflacionarias y; retrasar el plazo para que algunas personas se sientan cómodas para regresar al trabajo y provocar que la escasez de trabajadores se prolongue un poco más, generando presiones adicionales en el salario.

Luce difícil pensar que estos impactos puedan intensificarse. La vacunación y experiencia de los gobiernos en manejar las distintas olas de coronavirus son elementos importantes para reducir las afectaciones.

Además, si bien es aún pronto para sacar conclusiones definitivas, las noticias parecen converger de que ómicron causa síntomas menos graves que las anteriores variantes del virus. Lo anterior, todavía le seguirá dando oportunidad al tipo de cambio de acercarse al nivel de $21.0 antes de que cierre el año.

México

El jueves 09 de diciembre, se da a conocer la cifra de inflación de México. La expectativa es un incremento mensual cercano a 1.0%, con lo que la tasa anual se ubicaría alrededor de 7.20%. En lo que val del año, la variación anual ha consolidado efectos de segundo orden, con presiones de precios generalizadas en la mayoría de los bienes y servicios. Para diciembre de 2021, nuestra expectativa es que cierre en 7.45%.

Con estos datos de precios, Banxico seguiría subiendo su tasa de fondeo. La especulación sobre la magnitud del alza sigue estando presente, con división sobre si será de 25 puntos base o de 50 pbs, escenarios que en este momento ya consideramos con la misma probabilidad. Así, para 2022 la tasa de interés podría concluir el año entre 6.25% y 6.50%.

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