Los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing comienzan en una semana, poniendo el deporte en el centro del escenario después de los preparativos que han sido nublados por boicots diplomáticos y la pandemia de COVID-19 que ha obligado a los Juegos a entrar en una burbuja herméticamente sellada.

Beijing se convertirá en la primera ciudad en albergar los Juegos de Verano e Invierno, y algunos lugares a partir de 2008 serán reutilizados, incluido el estadio Bird’s Nest, donde la ceremonia de apertura volverá a ser supervisada por el famoso director chino Zhang Yimou.

Casi todo lo demás es diferente.

Donde los Juegos de Verano de 2008 deslumbraron en lo que fue una creciente llegada de China al escenario mundial, los Juegos Olímpicos de Invierno serán organizados por un país que se ha vuelto mucho más rico, más poderoso y, bajo el presidente Xi Jinping, más autoritario y cada vez más en desacuerdo con Occidente.