Los altos ejecutivos de los bancos más grandes de los Estados Unidos se han mostrado optimistas sobre las perspectivas económicas de la nación esta temporada de ganancias, señalando que los consumidores sanos que tienen dinero en efectivo en el banco, están de nuevo ansiosos por gastar y también por pedir prestado.

El gasto de los consumidores, un motor clave de la economía de los Estados Unidos, cayó bruscamente durante el comienzo de la pandemia cuando los estadounidenses, temiendo lo peor, acumularon dinero en efectivo y ahorraron dinero al quedarse en casa.

Al mismo tiempo, la ayuda gubernamental acolchó las cuentas bancarias de muchos estadounidenses, y muchos usaron el efectivo para pagar deudas.