Los precios básicos al consumidor de Japón aumentaron un 0,5% en diciembre con respecto al año anterior, aumentando por segundo mes consecutivo al ritmo más rápido en casi dos años en señal de la ampliación de las presiones inflacionarias del aumento de los costos de combustible y materias primas.

Es probable que el aumento no desencadene una retirada inmediata del estímulo monetario por parte del Banco de Japón, con una inflación muy por debajo de su objetivo del 2% e impulsada principalmente por factores externos en lugar de una fuerte demanda interna.

Pero el banco central se enfrentará al desafío de domesticar la especulación del mercado de una salida temprana de la política ultrafácil, ya que algunos analistas esperan que los factores únicos aumenten la inflación del consumidor a cerca del 2% en los próximos meses.

El aumento del índice básico de precios al consumidor (IPC), que excluye la volatilidad de los alimentos frescos pero incluye los costos de la energía, en comparación con una previsión mediana del mercado para una ganancia del 0.6%. Estaba en línea con un aumento del 0.5% en noviembre, que fue la ganancia más rápida desde febrero de 2020, según mostraron los datos del gobierno el viernes.