Desde octubre, Facebook ha cambiado el nombre de la compañía, articulado una visión de Internet donde las personas pueden conectarse digitalmente a través de avatares de realidad virtual o teletransportarse para ver lugares como la antigua Roma, y ha ayudado a desencadenar la locura de la inversión del metaverso.

Cuando la compañía, ahora Meta Platforms Inc, informe los resultados del cuarto trimestre el miércoles, los inversores obtendrán una nueva ventana al impacto financiero de la pasión actual del CEO Mark Zuckerberg.

Meta planea romper los resultados de su unidad de hardware aumentada y de realidad virtual, Reality Labs, por primera vez, una inversión que la compañía advirtió previamente causaría un impacto de 10.000 millones de dólares para las ganancias de 2021 y no sería rentable “en ningún momento en un futuro cercano”.

La compañía está contratando ingenieros y comprando múltiples estudios de juegos de realidad virtual para construir hacia el metaverso, que es una amplia idea futurista de reinos virtuales compartidos a los que se puede acceder a través de diferentes dispositivos y a los que Zuckerberg está apostando que será el sucesor de Internet móvil.