Burrow, con destino al Super Bowl, inspira la lucha contra el hambre

Cada vez que el mariscal de campo Joe Burrow llevó a los Cincinnati Bengals a una victoria en los playoffs de la Liga Nacional de Fútbol de este año, varias donaciones de 9 dólares cada una llegaron a la esquina sureste de Ohio para ayudar a alimentar a las familias necesitadas.

Los donantes estaban apoyando a la región de los Apalaches, donde creció Burrow y donde la tasa de pobreza ronda el doble del promedio de los Estados Unidos, eligiendo 9 dólares en honor a su número de camisetas de fútbol.

Otros dieron 31 dólares para reflejar el número de años desde la última victoria en los playoffs de los Bengals, o 56 dólares para significar el 56o Super Bowl, en el que Burrow competirá el domingo.

El dinero ayudará a apoyar a la despensa de alimentos del condado de Atenas, que atiende hasta 400 familias cada mes.

“El impacto de esas donaciones, aunque puedan sonar pequeñas, es tremendamente enorme. Se suman rápidamente”, dijo la presidenta de la despensa de alimentos Karin Bright.

Burrow destacó las necesidades en el condado de Athens, a unas 150 millas al este de la ciudad donde ahora juega al fútbol, cuando ganó el Trofeo Heisman en 2019.

“Estoy aquí arriba para todos esos niños de Atenas y el condado de Atenas que se van a casa sin mucha comida en la mesa, hambrientos después de la escuela”, dijo mientras aceptaba el premio al mejor jugador del fútbol universitario. “Ustedes también pueden estar aquí arriba”.

Esas palabras provocaron recaudaciones de fondos que trajeron la asombrosa cantidad de 650.000 dólares de todo el mundo, más de seis veces el presupuesto anual de la despensa de alimentos. Ese fue un gran impulso a una zona donde se estima que el 20% de las personas experimentan inseguridad alimentaria, la falta de acceso a suficientes alimentos asequibles.

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