La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, reconoció el jueves que la inflación de la zona del euro estaba siendo más caliente de lo esperado y con riesgos inclinados al alza, pero continuó pronosticando que se aliviaría durante este año.

Hablando después de que el BCE mantuviera su política sin cambios como se esperaba, Lagarde dijo en una conferencia de prensa que los responsables políticos no se apresurarían a tomar nuevos movimientos, pero también optó por no repetir su comentario anterior de que un aumento de las tasas este año era muy poco probable.

“Es probable que la inflación se mantenga elevada durante más tiempo de lo esperado anteriormente, pero disminuya en el transcurso de este año… En comparación con nuestras expectativas en diciembre, los riesgos para las perspectivas de inflación se inclinan al alza, particularmente a corto plazo”, dijo.