Los campeones europeos de fútbol Chelsea ahora están efectivamente controlados por el gobierno británico después de que se impusieran sanciones contra el propietario ruso Roman Abramovich el jueves.

Abramovich, que había estado bajo escrutinio tras la invasión rusa de Ucrania, había anunciado que vendería el club de la Premier League la semana pasada.

Ese proceso está ahora en suspenso, dejando al club del oeste de Londres, clasificado por Forbes como el séptimo más valioso del fútbol mundial con 3,200 millones de dólares, en un estado de limbo, operando bajo una licencia especial del gobierno.

El ruso compró el club en 2003 por 140 millones de libras (184 millones de dólares) y su inversión resultó en la era más exitosa de su historia, ya que ganaron cinco títulos de la Premier League, cinco FA Cups y la Liga de Campeones dos veces.

Su compra del club ayudó a transformar el panorama del fútbol inglés con el Chelsea rompiendo el dominio del Manchester United, el Arsenal y el Liverpool.