Calentamiento global y 4/20: el potencial impacto medioambiental del cannabis

alcanzó por primera vez las 420 partes por millón (PPM). A propósito de la coincidencia de este número con la celebración del día de la cultura canábica (20 de abril), activistas del cannabis piden discutir el posible impacto medioambiental del cannabis.

Mediante un comunicado, los organizadores Pete Deneen y Lexi Kafkis, invitan al evento 420PPM on 4/20, a realizarse el 20 de abril de 2022, en los Ángeles, California. El objetivo de este evento es canalizar los valores proambientales de los consumidores de marihuana hacia la acción climática directa. También el crear conciencia sobre el impacto medioambiental del cannabis para ayudar a enfriar el planeta.

Investigaciones recientes han hecho hincapié en el impacto medioambiental de la creciente industria legal del cannabis. Según un comunicado de la Universidad Estatal de Colorado, el conocimiento en torno a la huella de carbono es actualmente de una compresión limitada. Sin embargo, consideran claro que la demanda de marihuana es insaciable y no muestra signos de detenerse conforme más lugares decretan su legalización.

En un estudio publicado en Nature Sustainability, investigadores de la universidad encontraron que las emisiones de gases de efecto invernadero de la producción de cannabis corresponden mayormente a la producción de electricidad. También al consumo de gas natural de los controles ambientales interiores, las luces de cultivo de alta intensidad y los suministros de carbono para acelerar el crecimiento de las plantas. De ahí que se hable, puntualmente, de un posible impacto medioambiental en este tipo de industria.

Particularmente, identificaron que el cultivo estadounidense de cannabis en interiores tiene un impacto medioambiental directo en los gases de efecto invernadero. Este se situaría entre 2,283 y 5,184 kilogramos de dióxido de carbono por kilogramo de flor seca. En comparación, los cultivos de marihuana al aire libre y en invernadero emiten, por el uso de electricidad, 22.7 y 326.6 kilogramos respectivamente, asegura el comunicado de la universidad.

Otro estudio, de 2019, descubrió que los mismos químicos responsables del olor acre del cannabis también pueden contribuir a la contaminación del aire en una escala mucho mayor. La investigación del Instituto de Investigación del Desierto encontró altos niveles de estos compuestos orgánicos volátiles biogénicos (COVB). Además, los números de gas butano en las instalaciones donde se lleva a cabo la extracción de aceite de marihuana también fueron elevados, lo cual se vincularía con un impacto medioambiental.

De acuerdo a un impacto medioambiental, puntualiza el instituto.

Ante tales datos, los organizadores de 420PPM on 4/20 consideran que la industria del cannabis, al ser una industria joven, tiene la oportunidad de implementar prácticas regenerativas. “La agricultura orgánica regenerativa promueve la salud del suelo y de la comunidad y mitiga los efectos del cambio climático mediante el secuestro de carbono en el suelo”, proponen. Además señalan la necesidad de cambiar a profundidad la industria de la marihuana hacia un modelo que genere un menor impacto medioambiental

Dado el inevitable crecimiento de la industria del cannabis, es importante investigar a profundidad el impacto de su cultivo a gran escala. En el contexto del calentamiento global y el cambio climático, los expertos aconsejan buscar alternativas para construir una industria del cannabis que no genere ningún tipo de impacto medioambiental.

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