Compras de pánico en las tiendas de Pekín en medio de los temores de confinamiento por COVID

Una orden masiva de pruebas de COVID-19 en el distrito más grande de Pekín llevó a los residentes de la capital china a abastecerse de comestibles, temiendo que pudieran estar destinados a un confinamiento similar al de Shanghai, que entró en una cuarta semana de amargo aislamiento.

Las autoridades de Chaoyang, hogar de 3.45 millones de personas, ordenaron a última hora del domingo que los que viven y trabajan allí se hicieran la prueba tres veces esta semana, ya que Pekín advirtió que el virus se había propagado “sgilosamente” durante aproximadamente una semana antes de ser detectado.

Sabiendo cómo los residentes de Shanghái luchaban por obtener alimentos y otros artículos esenciales mientras estaban encerrados en el interior, los compradores de Pekín llenaron tiendas y plataformas en línea para abastecerse de verduras, carne fresca, fideos instantáneos y papel higiénico.

Un residente de Chaoyang de 63 años de apellido Di compró dos bolsas de verduras, suficientes para 8-10 días, dijo, por si acaso su edificio se añade a más de una docena bajo confinamiento.

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