Japón registró un déficit comercial en marzo que fue más de cuatro veces más amplio que las previsiones del mercado, ya que las exportaciones con destino a China se desaceleraron bruscamente, mientras que el aumento de los precios de la energía aumentó el costo de las importaciones, lo que se sumó a los desafíos económicos provocados
El comercio saliente se vio restringido por una disminución de las exportaciones de automóviles y una desaceleración en el crecimiento de los envíos al mayor socio comercial de Japón, China, según los datos, lo que indica el riesgo continuo de las restricciones de suministro mundial y la pandemia de coronavirus.
El persistente déficit comercial pone de relieve la vulnerabilidad de la tercera economía más grande del mundo al aumento de los costes de importación.