La adopción del bitcoin por parte de la República Centroafricana, si bien muchas de las economías más grandes del mundo desconfían de él, ha desconcertado al mundo de las criptomonedas y a los residentes del país productor de oro y diamantes, y ha provocado cautela del FMI.
El uso de bitcoin, una moneda digital que existe en un libro mayor compartido a través de una red global de computadoras, comprar y vender bienes y servicios depende de una Internet confiable y rápida y un acceso generalizado a computadoras o teléfonos inteligentes.
Sin embargo, la República Centroafricana tiene tasas de penetración de Internet de solo el 11%, lo que equivale a unas 550,000 personas en línea el año pasado, estima el sitio web de DataReportal. Mientras tanto, solo alrededor del 14% de las personas tienen acceso a la electricidad y menos de la mitad tienen una conexión de teléfono móvil, dice la Economist Intelligence Unit.