Al menos una persona confirmada para tener COVID-19 ha muerto en Corea del Norte y cientos de miles han mostrado síntomas de fiebre, dijeron los medios estatales el viernes, ofreciendo pistas sobre la escala potencialmente grave del primer brote confirmado de la pandemia en el país.

Los datos representan una admisión sin precedentes de un brote “explosivo” en un país que no había notificado casos confirmados anteriores desde que comenzó la pandemia, y podría marcar una grave crisis de salud pública, económica y política para el régimen aislado.

El nuevo presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, que asumió el cargo esta semana, planea proporcionar vacunas contra la COVID-19 y otro tipo de apoyo médico a los norcoreanos, y su gobierno discutiría los detalles con Pyongyang, dijo su portavoz el viernes, sin dar más detalles.

Yoon dijo a los periodistas más tarde el viernes que planea proponer la celebración de conversaciones a nivel de trabajo con Corea del Norte a través del ministerio de unificación del país, que se encarga de los asuntos intercoreanos, dijo News1 de Corea del Sur1.