Vladimir Putin exhortó a los rusos a luchar en un discurso desafiante del Día de la Victoria el lunes, pero guardó silencio sobre los planes para cualquier escalada en Ucrania, a pesar de las advertencias occidentales de que podría usar su discurso en la Plaza Roja para ordenar una movilización nacional.

En Ucrania, no hubo ceja en los combates, con Kiev informando de ataques con misiles en el puerto sur de Odesa y un renovado impulso por parte de las fuerzas rusas para derrotar a las últimas tropas ucranianas que se sostienen en una acería en la ruina Mariupol.

El desfile anual del lunes en Moscú, con los habituales misiles balísticos y tanques retumbando a través de los adoquines, fue fácilmente el más vigilado desde la derrota de los nazis en 1945 que celebra.