El organismo rector mundial de la natación FINA votó a favor de restringir la participación de atletas transgénero en competiciones femeninas de élite y crear un grupo de trabajo para establecer una categoría “abierta” para ellas en algunos eventos como parte de su nueva política.
Los derechos de las personas transgénero se han convertido en un importante tema de conversación a medida que los deportes buscan equilibrar la inclusión al tiempo que garantizan que no haya una ventaja injusta.
El debate se intensificó después de que la nadadora de la Universidad de Pensilvania Lia Thomas se convirtiera en la primera campeona transgénero de la NCAA en la historia de la División I después de ganar el estilo libre femenino de 500 yardas a principios de este año.