Los líderes de la Unión Europea han acordado un embargo a las importaciones de petróleo crudo ruso que entrará plenamente en vigor a finales de 2022, pero Hungría y otros dos estados sin litoral de Europa Central obtuvieron exenciones para las importaciones de oleoductos de las que dependen.

La prohibición, acordada de la noche a la mañana después de semanas de disputas, tiene como objetivo detener el 90 % de las importaciones de crudo de Rusia en el bloque de 27 naciones para finales de año.

Es la sanción más dura hasta ahora para Rusia por su invasión de Ucrania, y una que afectará a la UE, donde los precios de la energía se han disparado y la inflación se está acercando a un clip de dos dígitos.

Rusia representó poco más de una cuarta parte de las importaciones de petróleo de la UE en 2020, mientras que Europa es el destino de casi la mitad de las exportaciones de crudo y productos derivados del petróleo de Rusia.