El mes pasado solo tardó 24 horas en dejar de lado el gobierno del primer ministro Narendra Modi en la India, el segundo mayor productor de trigo del mundo, dejar de lado sus planes de “alimentar al mundo”.

En abril, Modi había dicho públicamente que la democracia más poblada del mundo estaba lista para llenar parte del vacío dejado por Ucrania en los mercados mundiales de cereales aumentando sus exportaciones de trigo, después de cinco cosechas récord consecutivas. Tradicionalmente, la India exporta solo una cantidad modesta de trigo, reteniendo la mayor parte de su cultivo para el consumo interno.

El 12 de mayo, el Ministerio de Comercio e Industria de la India dijo que se estaba preparando para enviar delegaciones a nueve países para exportar un récord de 10 millones de toneladas de trigo este año fiscal, muy por un fuerte aumento de la temporada anterior.