Una protesta planeada por cientos de depositantes bancarios en el centro de China que buscan acceso a sus fondos congelados se ha visto frustrada porque las autoridades han vuelto rojas sus aplicaciones de código de salud.

Los depositantes planeaban viajar a la provincia central de Henan esta semana desde toda China para protestar contra un bloqueo de casi dos meses para acceder a al menos 178 millones de dólares en depósitos, lo que ha dejado a las empresas sin poder pagar a los trabajadores y a las personas que no pueden acceder a los ahorros.

Los grupos de derechos humanos han advertido que China podría utilizar su vasta infraestructura de vigilancia de COVID para sofocar la disidencia. Sin un código verde en su aplicación para teléfonos inteligentes, los ciudadanos pierden el acceso al transporte público y a espacios como restaurantes y centros comerciales, así como el derecho a viajar por todo el país.