Ser o no ser exportador

Por Grupo Financiero Base

Dedicarse al comercio internacional en México es una gran oportunidad que está siendo aprovechada por muchas empresas. Esto se puede constatar con el repunte que registran las exportaciones, al igual que con los frecuentes anuncios de apertura de nuevas plantas, parques industriales y facilidades logísticas para relocalizar en México operaciones para exportar al mercado norteamericano, los cuales suceden prácticamente todas las semanas desde la ratificación del TMEC.

De acuerdo con un reporte del área de Análisis de Grupo Financiero BASE, hasta abril las exportaciones totales de México mantuvieron su tendencia al alza. Con respecto al mismo mes de abril de 2021 el incremento es de un robusto 20.24% a tasa anual. Lo destacado es que, de las exportaciones no petroleras, el crecimiento está explicado en 66% por las exportaciones manufactureras, exceptuando productos automotrices. Si se consideran todas las manufacturas, estas explican el 80% del crecimiento acumulado de las exportaciones del 2022 frente al mismo periodo del año previo. 

“La buena noticia es que aún queda por explotar el gran potencial exportador en el ecosistema empresarial de nuestro país”, dijo Guillermo Mateos, director de soluciones en Divisas y Derivados de Grupo Financiero BASE. “Numerosas compañías internacionales no han dudado en reubicar sus operaciones en México, por las ventajas de su cercanía y acuerdos comerciales con el mercado norteamericano, al igual que por su mano y mente de obra local calificada, que han permitido situar al país como potencia exportadora manufacturera”, continuó.

El especialista explica que esta vocación exportadora no ha sido siempre así. De hecho, en 1982 hubo una crisis que llevó a abandonar el anterior modelo de sustitución de importaciones y a apostar por hacer de México una economía de mercado abierto.  En aquel entonces, más del 80% de las exportaciones del país provenían de la venta de petróleo crudo, mientras que hoy en día las exportaciones petroleras representaron apenas 7.2% durante los primeros cuatro meses de este año.

Hoy hay múltiples formas de ser exportador. Por ejemplo, un grupo de jóvenes especialistas en marketing puede hacer desde México una campaña digital a un cliente basado en Miami que a su vez exporta a Europa; un fabricante de asientos en Jalisco, que toda su vida ha abastecido sólo el mercado mexicano, encuentra una oportunidad de ampliar su producción para cubrir la demanda de productos similares en Estados Unidos, aprovechando las dificultades que están teniendo los proveedores asiáticos; o un fabricante de escobas de mijo que ya le vende a una cadena de supermercados local, recibe pedidos adicionales de la misma cadena destinados a la exportación.

“Para dedicarse al comercio exterior no necesariamente hace falta que una sola empresa se ocupe de hacer una mercancía o servicio desde cero hasta colocarla en el exterior y gestionar todo el ciclo de facturación, cobranza y recepción del pago correspondiente”, comenta Mateos. “Lo importante es saber en qué segmento de la cadena de comercio exterior se es más competitivo para estar en condiciones de asociarse con otros participantes para así poder maximizar su aportación a la cadena de valor”,añade.

La articulación de cadenas de suministro es lo que permite que en la actividad exportadora puedan sumarse muchos participantes, desde los llamados fabricantes de equipos originales (OEM, por sus siglas en inglés) -que confeccionan o maquilan un componente de otra empresa (por ejemplo, una pluma de un limpiaparabrisas para una gran armadora de autos); y hasta las empresas integradoras de productos y servicios, figura que permite agrupar a micro, pequeñas y medianas empresas (pymes) formalmente constituidas para prestar servicios a sus asociados, como son gestionar financiamientos, comprar de manera conjunta materias primas e insumos y hasta vender de manera consolidada la producción.

La actividad de comercio exterior es esencialmente una actividad de asociación de muchas empresas de diversos tamaños, lo que permite diversificar el riesgo y que cada participante se especialice en lo que mejor sabe hacer. Por ello es importante acercarse a expertos, sea de una cámara o asociación, un banco o de especialistas en logística o aduanas, para contar con buena información de mercado y el respaldo que da la experiencia. Sin olvidar que existe también un gran potencial para aprovechar la oportunidad de participar en el comercio exterior a través de la proveeduría de bienes y servicios locales para este tipo de empresas, como hacen quienes desarrollan parques industriales hasta quienes ofrecen servicios profesionales a estas empresas.

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