El (no tan) nuevo populismo: Martínez – Análisis

“El problema del populismo – tanto en la extrema izquierda como en la extrema derecha – es que puede hacer un Tweet, pero no una política pública”. Tony Blair. 

22 de junio de 2022

El mundo presenta un crecimiento de la participación de gobiernos o movimientos predominantes que, desde la derecha o la izquierda, presentan características típicamente vinculados con el populismo.

En América Latina en particular, (con la excepción del actual gobierno de Brasil), la mayoría de los movimientos o gobiernos populistas pertenecen a corrientes que, por lo menos a nivel discursivo, se identifican como de izquierda o con alguno de los múltiples matices que esta “corriente” expresa en la historia de América Latina. 

Ello, pese a que, en la práctica, las políticas específicas que estos gobiernos siguen pueden responder a distintos espectros de visiones socioeconómicas, incluso a veces claramente antagónicas.

En el período previo en el que América Latina tuvo un crecimiento importante de gobiernos y movimientos populistas, estos fueron resultado fundamentalmente de un contexto particular que los justificó, posibilitó y explicó desde dos vertientes: En la vertiente política, la mayoría fueron respuesta a la dominancia previa de regímenes autoritarios, mayoritariamente militares, que restringieron la democracia, la participación y representación de amplios grupos de la población y que frecuentemente salvaguardaba los intereses de élites económicas locales o incluso, como ocurrió en buena parte de Centroamérica, de corporaciones extranjeras. En la vertiente económica, la prevalencia de políticas que generaron elevados niveles de concentración e inequidad, alimentaron el descontento social como soporte de los movimientos políticos.

El fin de las dictaduras en particular, estuvo además asociado al surgimiento de movimientos que respondían entonces a la lógica geopolítica antes de la caída del muro de Berlín y donde respondían, más como contraposición, a posturas políticas y económicas claramente confrontadas con lo que para ellas representaba la dominancia hegemónica de los Estados Unidos.

Después de las crisis de los estados fiscales muchos de ellos derivadas precisamente de políticas de corte populista en los 80 toma la respuesta en ocasiones excesiva de políticas de contracción de gasto de reducción de déficit público alimento nuevamente a lo largo de las últimas décadas factores de profundización de la inequidad y del descontento pero en muchos casos coma la respuesta populista sigue anclada las explicaciones económicas y geopolíticas de hace 30 años que son claramente incompatibles con el mundo que hoy la mayoría de estos países se enfrentan por supuesto es un hecho incontrovertible que la inequidad económica alimenta el descontento social. Pero las respuestas que hoy se ofrecen tienen mucho más retórica que contenido y crean procesos complejos que aumentan el desencanto ante promesas incumplidas y escenarios de mejora de por sí difíciles de alcanzar y que claramente las políticas de los gobiernos populistas no sólo no resuelven sino frecuentemente profundizan.

En el fondo las sociedades hasta hoy democráticas enfrentan la severidad de un problema vinculado donde se equilibrios económicos y estructurales te alimentan descontento social, el descreimiento de las instituciones los partidos y los gobiernos por ineficacia y por extendida corrupción y que hasta hoy tienen como única respuesta Y muy atractiva, las propuestas populistas que no tienen sustancia y que hoy es evidente profundizan los problemas y crean nuevos difíciles de resolver para las sociedades

El problema subsistirá mientras no se presenten políticas públicas que ofrezcan soluciones realistas se mantenga el des crédito de las instituciones políticas vigentes y tengamos grupos con soluciones mágicas que resulten atractivas para amplias capas de la población, que no alcanzan a resolver las profundas carencias económicas que han vivido en las últimas décadas.

El autor es politólogo, mercadólogo, financiero, especialista en economía conductual y profesor de la Facultad de Economía de la UNAM. CEO de Fibra Educa y Presidente del Consejo para el Fomento del Ahorro Educativo de Mexicana de Becas.  [email protected] – síguelo en Twitter @martinezsolares

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