El deterioro de la situación de inflación y la preocupación por la pérdida de fe en el poder de la Reserva Federal para mejorarla llevaron a los funcionarios de los bancos centrales de los Estados Unidos a unirse en torno a un aumento de la tasa de interés desmesurada y una reafirmación de su intención de controlar los precios, mostraron las actas de la reunión de política del 14 al 15 de junio.

Los datos publicados en los días inmediatamente anteriores a esa reunión mostraron que la inflación de los consumidores en mayo se había acelerado a una tasa anualizada del 8.6%, desafiando las esperanzas de la Reserva Federal de que el ritmo de aumentos de precios hubiera alcanzado su punto máximo en la primavera.

“Los participantes estuvieron de acuerdo… en que las perspectivas de inflación a corto plazo se habían deteriorado desde el momento de la reunión de mayo”, declaró el acta, justificando el aumento de la tasa de 0.75 puntos porcentuales del mes pasado como parte de un paso a una política monetaria “restringiva”.