Varias grandes ciudades chinas, incluida Shanghai, están lanzando nuevas pruebas masivas o extendiendo los confinamientos a millones de residentes para contrarrestar nuevos conglomerados de infecciones por COVID-19, y algunas medidas son criticadas en Internet.

China ha reportado un promedio de alrededor de 390 infecciones diarias locales en los siete días que terminaron el domingo, más alto que alrededor de 340 siete días antes, según los cálculos de Reuters basados en datos oficiales hasta el lunes.

Si bien eso es pequeño en comparación con un resurgimiento en otras partes de Asia, China es inflexible en implementar su política dinámica de cero COVID de eliminar los brotes tan pronto como surjan. Anteriormente, cuando un brote se convirtió en un brote importante, los funcionarios locales se habían visto obligados a tomar medidas más duras, como confinamientos de un mes, incluso a costa del crecimiento económico.