Ferrari superó las previsiones de ganancias e informó de pedidos récord en el segundo trimestre, lo que llevó al fabricante de automóviles deportivos de lujo a aumentar sus objetivos para todo el año, ya que los modelos de la familia Portofino M y F8 impulsaron las ventas.
La empresa italiana, famosa por sus motores rugientes que alimentan supercoches con etiquetas de precio a partir de más de 200.000 euros (205.000 dólares), lanzó en junio su nuevo plan de negocios, con la promesa de fabricar automóviles eléctricos e híbridos el 80% de los modelos para 2030.
Los envíos en el trimestre de abril-junio aumentaron un 4 %, y las entregas se duplicaron con creces en China a 358 unidades.