El Banco de Inglaterra trató de sofocar la tormenta de fuego en los mercados de bonos de Gran Bretaña, diciendo que compraría tanta deuda pública como fuera necesario para restablecer el orden después de que los planes de reducción de impuestos de la nueva primera ministra Liz Truss desencadenaran el caos financiero.

Habiendo podido enfriar la venta con intervenciones verbales durante los dos días anteriores, el banco central británico anunció el miércoles el lanzamiento inmediato de un programa de compra de bonos de emergencia destinado a evitar que se extienda la agitación del mercado.

“Sería que la disfunción en este mercado continuara o empeorara, habría un riesgo material para la estabilidad financiera del Reino Unido”, advirtió el BoE.

Desde que el ministro de finanzas, Kwasi Kwarteng, esbozó un plan el viernes para recortes de impuestos además de un rescate de la factura de energía, todo financiado por un enorme aumento en los préstamos del gobierno, los mercados hipotecarios del Reino Unido se han congelado, los fondos de pensiones han desechado dorados y los costos de endeudamiento corporativo han aumentado.